El crítico pop en Estados Unidos, Peter Hartlaub, que escribe en diversos Blogs online y en el periódico "San Francisco Chronicle", arremete contra los Jonas Brothers destacando que éstos pueden sentarse sobre el escenario a leer y su publico aún así, les gritaría ensordecedoramente dejando ver que éste grupo es un producto de marketing y nada más.

Hartlaub sentencia que sus fans piensan que están pasando un buen momento con los Jonas pero que no son de ninguna manera una medida del talento.


Contrario a otros padres de familia, que asistieron al concierto acompañando a sus hijas, Hartlaub puntualiza que todo el show está perfectamentemarcado, ni una sorpresa, exponiendo el concepto desde los perfiles de los tres hermanos "Nick (el simpático), Joe (el soñador) y Kevin (El Andrew Ridgeley) estan definidos artificialmente.


El escenario del show es igualmente poco original, dice Hartlaub, con una iluminación al parecer inspirada en un Lite-Brite y una gran cantidad de fuegos pirotécnicos iluminando el cielo al final del show, algo por lo demás "esperado de tres chicos que creen en el infierno". Y ensañado, Hartlaub finaliza:

"Hubo también un símbolo gigante de acero "JB" cubierto en llamas que aparece encima de los chicos cerca del final del show que fue espectacular y alucinante. Pero Judas Priest no hizo algo semejante en los 1980s?".